Por qué el marketing de rendimiento está tan caro - y qué hacen diferente las grandes marcas
- Thiago Feitosa
- 19 nov
- 3 Min. de lectura
El marketing digital cambió. Lo que antes funcionaba con poco presupuesto y campañas simples ahora exige estrategia, presencia constante y una visión más amplia del embudo.
En los últimos tiempos, el marketing de rendimiento se volvió más competitivo, el CPM se disparó y ganar atención se convirtió casi en un deporte olímpico. Y aun con este escenario más difícil, muchas empresas siguen insistiendo en un modelo de tráfico que ya no corresponde a la realidad del mercado.
En este artículo, te explico de manera directa qué cambió realmente, por qué los resultados están cayendo para tantos negocios y qué diferencia a quienes crecen de quienes solo queman presupuesto.
El problema empieza en la pelea por la atención
El marketing de rendimiento está cada vez más difícil. El CPM explotó recientemente, y ganar atención ahora es tarea de quien entiende el juego completo, no solo la última parte.
Y hay una frase muy real en marketing:
“Quien no es visto, no es recordado.”
Aun así, muchas empresas siguen apostando por la misma fórmula antigua: enfocarse solo en el fondo del embudo e intentar convertir al usuario de primera, sin construir relación ni preparar el terreno.
La diferencia entre los grandes y los pequeños negocios
Mientras las grandes marcas invierten en TV, awareness y construcción de marca…
Los pequeños están quemando presupuesto en campañas de conversión con CPM altísimo, intentando sacar resultados de donde no hay.
Y ahí está la diferencia:
Lo que las grandes hacen bien
Trabajan reconocimiento de marca en canales más económicos.
Calientan a la audiencia antes de hacer cualquier oferta.
Distribuyen la inversión inteligentemente entre varias plataformas.
Crean demanda, no solo la capturan.
Lo que los pequeños hacen mal
Campañas de conversión directo al público frío.
La misma audiencia siendo impactada por meses.
CPM llegando a 3x el valor normal del nicho.
Esperar que una landing page “milagrosa” solucione todo.
Las quejas clásicas, y el error detrás de ellas
Quien trabaja con tráfico ya escuchó esto cientos de veces:
“El Instagram ya no entrega nada…”“TikTok no es para mi público.”“Google nunca funciona.”
¿La verdad?
Las grandes marcas ya entendieron el juego actual:
Construyen presencia antes de vender.
Trabajan awareness en canales más baratos.
Prueban nuevas plataformas.
Crean demanda, en vez de solo capturarla.
Mientras tanto, los pequeños siguen con las mismas prácticas:
Solo conversión para público frío.
Audiencia saturada siendo impactada todo el tiempo.
Aumentar presupuesto como “solución mágica.”
Tratar los anuncios como un atajo para ventas inmediatas.
Los números no cierran, y este es el motivo
Cuando la estrategia es mala, todo el embudo sufre:
CPM alto → todo se encarece.Ni un CTR bueno salva.El CPC sube y derrumba el embudo.
Y ni el mejor Inbound hace milagros con leads fríos, caros y sin contexto.
Porque al final, no puedes nutrir a alguien que no debería haber sido captado así.
Antes de culpar al algoritmo, pregúntate:
¿Tu CPM está fuera de la realidad del nicho?
¿Intentas venderle a quien nunca escuchó de tu marca?
¿Anuncias solo en una plataforma?
¿Tienes estrategia de top of funnel o solo lanzas ofertas?
¿Estás esperando que Inbound arregle leads fríos y costosos?
El punto que casi nadie admite
El CPM no es solo un número. Define el juego completo.
Si lo ignoras, el problema no está en el anuncio.Está en cómo lees el campo.
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